martes, 7 de abril de 2015

Reseña: Burbujas

Título: Burbujas
Autora: Gema Samaro
Editorial: Cristal
Número de páginas: 224
ISBN: 9788415611073
Precio: 15,90 €




Sinopsis:

Carmen es una joven que, tras varios intentos fallidos, ha conseguido en la vida justo lo que buscaba: un trabajo estable y absorbente, y una vida monótona y equilibrada que “disfruta” sin ataduras.
Pero bastará una Nochebuena, aderezada con una atípica cena familiar y una inesperada visita para sabotear por completo su tranquilo esquema vital.
Orosia es la abuela de Santiago,  un amigo de la infancia más conocido por nuestra protagonista como Santinfierno, y viene desde el más allá empeñada en que Carmen se percate de las virtudes de su nieto. Pero como no las encuentra por ninguna parte, y ya sabemos cómo son las abuelas, ella decide aparecer por sorpresa en los momentos más inoportunos para recordarle a Carmunchi que como su nieto no hay otro.
Un escenario loco y disparatado que sirve de excusa para que actúen esos sentimientos que, al igual que las burbujas, suben y bajan, viene y van, tan caprichosos e incomprensibles…  como la vida misma.

Opinión: 

La Navidad es esa época del año en la que aprovechamos para reunirnos con la familia que hace tiempo que no vemos, ¿verdad? Es esa época de reencuentros, en la que nos ponemos al día y ese tipo de cosas, ¿o no? Tal vez, la Nochevieja sea algo más animada, pero la noche de Nochebuena suele ser algo más relajada, al menos en términos generales, más monótona podríamos decir. 

Bien, pues para Carmen, nuestra protagonista, una chica normal, con una vida sencilla, la Nochebuena es de todo menos monótona, normal y corriente. ¿O es que acaso es algo habitual que cuando nos estemos preparando para la cena, aparezca en nuestra puerta una mujer que lleva varios años muerta, vestida como si fuera a un desfile de modelos, con una botella de champán en la mano pidiéndonos que se la llevemos a su nieto?

Así, es cómo empieza esta maravillosa y divertida novela de Gema Samaro. Narrada en primera persona, Carmen, conocida como Carmenchu, nos cuentael giro que da su vida desde que Orosia, la abuela muerta de un antiguo conocido del pueblo, decide aparecer en su casa pidiéndole que le lleve a su nieto una botella de champán y vendiéndole, como buena abuela que es, todas las virtudes de su nieto con la esperanza de emparejarlos. Pero, Carmen no está muy por la labor, pues no tiene recuerdos muy gratos de Santiago, mejor conocido como Santinfierno. 

Sin embargo, Orosia, muy empeñada en que ella salve a su nieto, intervendrá, a lo largo de la novela en los momentos más inoportunos, causando más de un susto a nuestra protagonista.

¿Conseguirá Orosia su objetivo?

¡Madre mía lo que me he podido reír con esta novela! Es, desde el principio hasta el final, una historia que no podrás dejar de leer. Es amena, fresca, divertida, con unos personajes sensacionales, de los que, una vez conocidos, ya no querrás (ni podrás) olvidarte, en especial el de Orosia. Esa mujer es sensacional, no sólo por el empeño que tiene en mostrar las virtudes de su nieto (¡y qué nieto!), sino por todas y cada una de sus intervenciones. 

Vayamos por partes. Como he dicho antes, Orosia, es un fantasma, que aparece en la puerta de Carmen con un firme propósito: liarla con su nieto. Como Carmen no está muy dispuesta, a Orosia no le quedará más remedio que ser persistente y aparecer en los mejores momentos para hacerle ver a Carmen que Santi es Santi y el resto... bueno y el resto no son válidos. 

Carmen, nuestra protagonista, es una mujer que trabaja como informática y vive una vida tranquila hasta que aparece Orosia con sus locas ideas. Ella, se niega a tener nada que ver con Santiago, a quien recuerda de su infancia, y no muy bien que digamos. Cuando regresa de las vacaciones, intentará tener una relación con un compañero del trabajo: Cárdenas, el tío más soso que os podáis imaginar. Y, claro Orosia, no puede consentir semejante atropello e intervendrá para salvar a Carmen de las garras de semejante pavisoso.

Y, por último, tenemos a Santiago, conocido como Santinfierno, es abogado y el nieto de Orosia. Ha pasado por un duro momento. Es —¿cómo definirlo?—, un tío chulo, creído, que habla por los codos y tiene más salidas que la M30, al que le gusta muchísimo sacar de sus casillas a Carmen (y al lector), pero, a pesar de todo ello, es imposible que no caigamos rendidas a sus pies, pues tras toda esa coraza hay un hombre divertido y con un corazón que no le cabe en el pecho.

 Es un libro que se lee fácilmente en pocas horas y del que es imposible apartar los ojos, una vez lo has empezado. Consta de pocos capítulos, aunque son extensos, pero su narración amena y su estilo es sencillo y fresco, en el que abundan los diálogos, conseguirán que lo leas sin darte cuenta siquiera de la extensión de cada capítulo. 

Me ha encantado todo, desde el principio hasta el final: los personajes, las conversaciones, las intervenciones de Orosia, los modelitos de Orosia, los comentario de Orosia, el champán, las burbujas del champán, el giro final de los acontecimientos, el collage, los chorros de luz blanca... todo. 

Es una historia que engancha, una historia amor preciosa, donde no es oro todo lo que reluce y las apariencias engañan, en la que encontramos como elemento paranormal a la fantástica Orosia, un personaje que desearás que te visite con una botella de champán y te encarge que se la lleves a cualquier persona que tenga en mente.

Sin duda, 100 % recomendable.

5/5

Criss



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