miércoles, 17 de junio de 2015

Reseña: Lo que dure la eternidad.

Título: Lo que dure la eternidad.
Autora: Nieves Hidalgo
Editorial: Zeta Bolsillo (Zeta Bolsillo)
Páginas: 312
ISBN: 978-84-9872-529-2
Precio: 8,00 € 







Sinopsis:

Cristina Ríos, una joven experta española, es contratada para valorar las obras de arte del castillo medieval de Killmarnock, en Irlanda. Allí la aguarda Dargo Killmar, el más antiguo habitante del castillo, que sin embargo sigue siendo un hombre joven y endiabladamente atractivo… Es que se trata de un fantasma, claro, que vaga desde hace cuatrocientos años por las enormes estancias en busca de una reliquia que podría liberarlo de la maldición que pesa sobre él.
 
Opinión:

El sábado 13 de junio, durante la Feria del Libro de Madrid, compré este libro, aconsejada por la autora. Cuando me acerqué a la caseta en la que Nieves Hidalgo firmaba ejemplares de sus novelas sabía que quería comprarme algo suyo, pues ya había leído hace tiempo Luna de oriente y me encantó, por lo que quería algo suyo. Sin embargo, estaba indecisa, no sabía por cuál de sus títulos decantarme, porque todos tienen una pinta maravillosa; todos ellos me llamaban la atención. Así que me decidí a dejarme aconsejar por ella. Tras contarme un poco de cada una de sus novelas, me aconsejó que me decantara por Lo que dure la eternidad, y me aseguríó que me iba a encantar y que me enamoraría de Dargo.

¡Cuánta razón tenía!

El domingo, cuando me volvía para casa y, por un problema con los autobuses (tuve que esperar en la Estación Sur cinco horas para poder regresar a casa) y, por supuesto, muy muy, pero que muy intrigada por lo que Nieves Hidalgo me había contado el día anterior, comencé a leerlo. 

A las dos de la tarde del día seiguiente, cerraba el libro, habiendo devorado una de las mejores historias que he leído en mi vida, con un personaje masculino principal para el que no existen palabras suficientes en el diccionario para describirle. ¿Maravilloso, asombroso, increíble? No, es aún más que eso; mucho, mucho más. Dargo es Dargo. 

La historia trata de Cristina, una joven experta en arte, que viaja de España a Irlanda para tasar unas obras de arte en el castillo de Killmarnock, sobre el que pesa una leyenda. Se dice que allí vive un fantasma; el fantasma del sexto conde de Killmar, condenado a vagar hasta que sea capaz de encontrar una reliquia y se cumpla lo que dice la maldición que pesa sobre él.

Cristina llegará al castillo, donde será bien recibida por el servicio del mismo, pero no por el actual conde de Killmar, con el que tendrá un breve pero desagradable encuentro. Ella, sin embargo, se centrará en el trabajo que le ha llevado hasta allí y, de esa manera, descubrirá algo que ella no cree posible: la existencia del fantasma del que habla la leyenda. 

Pero eso no es todo. Cristina comenzará a albergar sentimientos por él. 

¡Uff! He disfrutado tanto, tanto, tanto con ella que no sé qué deciros, la verdad. No sé por donde empezar. 

Es una historia magnífica, muy bien construida y estructurada, con unos diálogos fascinantes y divertidos y una ambientación con toques oscuros, en la que la autora no precipita los acontecimientos: todo sucede cuando tiene que suceder. La narración es espléndia, atrayente y con buenas dosis de humor (sobre todo en las conversaciones que Cristina tiene consigo misma o cuando Dargo habla con Miriam Kells), fluida y muy amena. Te atrapa desde la primera página y, podría decir, hasta la última página, pero no es cierto. Una vez que has acabado de leer la historia, tu mente sigue dándole vueltas a todo lo que has leído, a todos los sentimientos que has experimentado durante la lectura. Por tanto, te atrapa desde la primera página hasta... la eternidad porque, al menos en mí caso, han transcurrido algunos días desde que lo leí, pero no dejo de pensar en la historia y en sus personajes e incluso he vuelto a releerme algún que otro pasaje. 

En cuanto a los personajes, tanto Cristina como Dargo son sensacionales; dos personajes con los que simpatizarás desde el principio, de los que no te cansarás en ningún momento y de los que querrás saber más una vez hayas terminado de leer su historia. 

Cristina es una mujer escéptica en lo que a fantasmas se refiere y le cuesta creer que en el castillo en el que se aloja vive uno. Incluso, después de los primeros encuentros con él, se intenta autoconvencer de que es fruto de su imaginación hasta que, por fin, deja de negar lo evidente y no sólo se cree la leyenda, sino que se propone ayudar a Dargo en su búsqueda. 

Dargo... Dargo es increíble. Ya me advirtió la autora que me encantaría. Y no se equivoco en absoluto. Pero es que es imposible no caer rendida a los pies de este hombre, el fantasma; un fantasma con mucho sentido del humor y obsesionado con la protagonista, que la perseguirá por todo el castillo dispuesto a no perderse nada de ella. 


En definitiva, es una historia que hay que leer, disfrutar y volver a leer.


Tha gradh agam ort, acushla. 

 5/5

Criss 

4 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Creo que este libro me puede gustar. Así que seguramente le daré una oportunidad este verano.
    Genial reseña.
    ¡Nos leemos! :)

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    1. Es un libro maravilloso. Nieves Hidalgo tiene una pluma maravillosa y la historia es una verdadera delicia.
      Un beso

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  2. Tiene buena pinta, tal vez me lo apunte para más adelante :D
    No conocía tu blog, pero me ha gustado mucho y ya te sigo ♥ :D y me gustaría invitarte a pasar igual por el mío, si gustas :D
    Besos y nos estamos leyendo :)

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    1. Cuando lo leas cuéntanos qué te parece ;-) Gracias por seguirnos. Un beso

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