jueves, 19 de marzo de 2015

Reseña: Un canalla siempre es un canalla.

un canalla siempre es un canalla: primera regla de los canallas-sarah mclean-9788494120565Título: Un canalla siempre es un canalla.
Autora: Sarah MacLean.
Serie: Las reglas de los canallas 1.
Editorial: Versátil. 
Encuadernación: rústica con solapas.
Número de páginas: 408.
ISBN: 978-84-941205-6-5
Precio: 18, 90€ 





Sinopsis:


Lo que un canalla quiere, lo consigue…
Diez años atrás, el marqués de Bourne fue expulsado de la sociedad sin nada más que su título. Ahora, propietario del club de juego más exclusivo de Londres, el frío y cruel Bourne está dispuesto a hacer lo que sea necesario para recuperar su herencia. Incluso casarse con la perfecta lady Penelope Marbury.
Un compromiso roto y años sufriendo decepcionantes cortejos, han provocado que Penelope pierda cualquier clase de interés en un matrimonio convencional y tranquilo, quiere algo más. Sin duda es una suerte que su recién estrenado marido esté en disposición de mostrarle un nuevo mundo de placer.
Es posible que Bourne sea el príncipe de la decadencia en los bajos fondos londinenses, pero se ha jurado a sí mismo que mantendrá a Penelope al margen de toda aquella perversidad. Algo que va a suponer todo un reto cuando ella descubra el deseo y se atreva a apostarlo todo por él, incluso su corazón.


Opinión:

Tras leer la serie El amor en cifras (la cual es absolutamente genial. 100% recomendadísima), tenía ganas de seguir leyendo a esta autora. 

Ahora, habiendo leído el primero de la serie Las reglas de los canallas, Sarah MacLean se ha convertido en una autora que ocupará un lugar en mis estanterías. Y es que tanto las historias que narra, cómo las narra y los personajes que describe son fantásticos; además, me encanta cómo ha unido ambas series. Y es que en este primer libro de Las reglas de los canallas, nos encontramos con Lady Penelope, personaje del que ya supimos algo en Once escándalos para enamorar a un duque.

Han transcurrido algunos años desde que el duque de Leighton rompiera el compromiso con Penelope y su padre deseando verla ya casada, añade a su dote una importante propiedad que acaba de ganar apostando. Lo que no se esperan es que va a reclamarlas el verdadero propietario de dicha propiedad. ¿O tal vez sí? Así, Penelope se ve de la noche a la mañana, comprometida y casada con Bourne, uno de los mayores canallas de Londres, copropietario de uno de los clubs más importantes El Ángel Caído; pero que también es el mejor amigo de la infancia de Penelope.

Sin embargo, los años han pasado y han hecho mella en Bourne. Ya no es el chico que era cuando eran niños. Ahora es un hombre, sediento de venganza, dispuesto a todo para recuperar lo que es suyo. Pero, en el camino de esa venganza está Penelope, la que un día fue su amiga, y que ahora, como esposa, está dispuesta a mostrarle que existe algo más que la venganza.

¿Conseguirá Penelope reformar al canalla, enseñarle que se puede vivir sin venganza?

Pues bien, para descubrirlo, habrá que leer la novela.

Una novela fantástica, con una narración impecable, amena y ligera, con la que ya nos deleitó en El amor en cifras, con unas descripciones capaces de trasladarte al Londres de 1831 y unos personajes que ya no podrás olvidar porque se adueñarán de tu mente y tu corazón desde el primer momento.

La protagonista, Lady Penelope, me ha fascinado. Aunque a veces suele ceder a los deseos de Bourne, me ha encantado cómo le planta cara y consigue sacarle de sus casillas en más de una ocasión, y su espíritu aventurero, dispuesta a vivir mil y una aventuras, aunque, para ello, tenga que acudir al mismísimo Ángel Caído, pero sin poner en riesgo la reputación de sus hermanas. Algo complicado, ¿verdad? 

Por su parte, Bourne..., bueno, Bourne es Bourne. Capaz de todo por recuperar lo que es suyo, sin importarle a quien se lleve por delante, evolucionará a medida que vaya transcurriendo la historia. Es un personaje con el que es fácil simpatizar desde el principio por lo que le sucedió cuando era joven y se comprende sus ansias de venganza

Me encantaron especialmente las escenas que transcurrían en El Ángel Caído, un lugar poco recomendable para una dama, pero que a Lady Penelope parece importarle bien poco.

Hubo un momento durante la lectura, en el que me vino a la mente Orgullo y Prejuicio de Jane Austen. ¿El motivo? Olivia, la hermana pequeña de Penelope, me recordó ligeramente a Lydia Bennet.

En definitiva, es una novela fantástica que te mantendrá pegada a sus páginas desde el principio, deseando saber qué ocurrirá al final, viviendo las aventuras de Lady Penelope.

¿He dicho ya que me encanta Sarah MacLean?      

5/5

Criss
 


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